31.12.11

3. Escuela - Alice - 1° Parte



Lo que quedaba de ese fin de semana, paso rápido.
El tiempo con Eddie siempre se pasaba rápido. Pasamos todo ese día jugando en su Play Station 3 y escuchando música. Fueron aproximadamente 12 horas de juego, solo interrumpida por la hora de comida. ¿Es acaso posible jugar tanto sin aburrirse? Si, y lo había comprobado. Pero eso te dejaba con una gran dolor en las manos, ojos y cabeza, pero valía la pena si era para compartir tiempo con mi hermano.
Se siente bien llamarlo así.
Además de pasar tiempo con él, pudo compartir más con Jason y Sarah. Pero casi ni vi a mi tía, aparentemente estaba trabajando. Pero, ¿quién trabaja los domingos? En realidad, ni siquiera sabía en que trabajaban, no sé los pregunte. Realmente no había hablando con ellos de cosas "importantes", simplemente cosas triviales que despejaran mi mente. Ya les preguntaría.
Volteen y me fije en mi reloj. 6:55am. Quizás deba levantarme ya. Me había despertado muy temprano hoy. No podía dormir, estaba muy nerviosa. Hace mucho que no me cambiaba de colegio, estaba acostumbrada a ver las mismas salas y rostros todos los días. Iba a ser tan incomodo llegar hoy. Especialmente por lo que me había dicho Eddie hace unos días. "Fuiste el tema de estos días en la escuela". Esperaba que ya se hubieran olvidado de mi.
Me destapo y me siento un momento en el borde de la cama. Me levanto y prendo la luz. Me dirijo al armario y me paro frente a él, pensando en que ponerme. Estamos en mitad de otoño. Ya hace frío, ¿qué me pongo? ¿Con falda? ¿Qué blusa?
Después de unos minutos, me doy cuenta de lo estúpida que me veo. Yo no soy así. ¿Cuando en mi vida he usado falda en la escuela? Tiene que hacer mucha calor para que lo haga. Ire como siempre he ido a clases, no quiero que los demás crean que soy alguien que no soy. Simplemente sere yo, y si no les gusta, no es mi problema. Dios, los nervios definitivamente no me dejaban pensar bien.
Saco mis jeans favoritos, una camiseta sin mangas blanca simple y mi camisa de franela morada, junto con mis Converse morados, y listo. Eso era suficiente. Ya me había bañado la noche anterior así que me ahorraba ese tiempo. Cuando salí al pasillo, ya se podía escuchar movimiento en la casa, fui al baño lo más rápido que pude y vuelvo a la habitación. Me visto y me siento el tocador a peinarme y arreglarme un poco. Me pongo mis aros de perlas, me pongo delineador morado, que es único maquillaje que me pongo cuando voy a clases. Abro uno de los cofrecitos que tengo y saco el collar que siempre uso. Un relicario de plata que me dieron mis padres en mi cumpleaños pasado. En él tenía una foto de ellos, así los llevo a donde sea que vaya.
La puerta sonó la puerta y me devolvió a la realidad.
- Pase- respondo cerrando el cofrecito
- ¿Ya estas lista?- me pregunta Eddie desde la puerta
- Si- respondo volteando a verlo sonriendo nerviosa
- ¿Estas nerviosa?
- Si, casi ni pude dormir hoy- admití
- Tonta, no tienes por qué estar nerviosa, ahora por eso vas a estar con sueño todo el día
- No me arrepiento de nada- bromee
- Ven, vamos a desayunar que tengo hambre
- Esta bien
Me levanto y lo sigo. En la cocina solo estaba Sarah.
- Buenos días, cielos- nos dice Sarah
- Buenos días- respondo
- Hola- responde Eddie con una sonrisa- ¿Qué hay para desayunar? Tengo hambre
- Tú siempre tienes hambre, cariño- contesta amorosamente
- No es cierto
- Si lo es
- No es cierto
- Que no es cierto qué- pregunto Jason entrando en la cocina
- Que yo siempre tengo hambre
- Eso es cierto- respondió
- ¡Papá!- se quejo- Se supone que debes apoyarme
- Y lo hago, pero no voy a mentir- Eddie hace un puchero
- No te preocupes, yo te creo-le digo sonriendo
- Linda- me dice y me abraza- Ella es linda, no como otras personas que hay aquí-dijo haciendose el molesto, los demás solo rieron
- Ya, deja de quejarte y sientate a comer- le dice Sarah y él hace caso
- ¿Como te sientes?-me pregunta Jason
- Nerviosa- admito
- No te pongas nerviosa cariño, todo va a salir bien- me dijo y me despeino un poco dandome una sonrisa, yo solo se la devuelvo
Desayunamos en silencio, pero no uno incomodo. Simplemente silencio. Nuevamente no vi a mi tía, y no quise preguntar a donde estaba. Cuando terminamos, fui a lavarme los dientes y arreglar mis cosas. Me puse mi abrigo y baje a esperar a Eddie. Él bajo y tras despedirnos, salimos.
- ¿Como nos vamos?- pregunte
- Hay que esperar el auto bus escolar
- ¿En serio?- pregunte sorprendida
- Si, ¿por qué?
- Es que nunca he tomado uno antes
- ¿En serio?
- Si, generalmente mis papas me iban a dejar.
Caminamos conversando hasta la calle principal hasta llegar a la parada. Esperamos unos minutos y llego. Nos subimos, no había casi nada y nos sentamos. Tomé el brazo de Eddie y apoyo mi cabeza en su hombro. Cerré los ojos y simplemente me quede ahí.
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Hola gente que lee (:
Son las 0:45, tengo sueño y acabo de terminar de escribir esto. La verdad, no sé que decir, ya gaste todas mis ideas, así que... hasta el próximo año! :D
Byebyebye (:

27.11.11

2. Paseo - Eddie - 4° parte


Alice se había quedado dormida. Es mi espalda. Podría despertarla, pero no quise. ¿Para qué? Ella se veía relajada, de seguro estaba muy cansada. La acomodé en mi espalda y seguí caminando a casa. Trate de no hacer ningún movimiento brusco para no despertarla.
Tras varios minutos caminando, pude ver la casa desde lejos. Tendría que despertarla ya.
- Alice- la llame- Alice, despierta, ya casi llegamos- se quejo- Vamos, arriba- la solté suavemente para que no se cayera y para que no le doliera el pie
- Tengo sueño- dijo adormilada y bostezando
- Tranquila, ya casi llegamos- le paso mi brazo por su cintura para que se apoyara- Vamos
Caminamos lo poco y nada que quedaba de camino. Converse un poco con ella para que se despertara, pero no funciono muy bien ya que seguía media dormida. Llegamos a la puerta y busque mis llaves para abrir. Entramos y encontramos a papá en la sala. Cerré la puerta y él me hablo.
- ¿Y ustedes a donde estaban?- pregunto mientras nos sentamos a su lado, dejando a Alice en medio
- Fuimos a dar una vuelta- respondí- A enseñarle la ciudad, ya sabes
- ¿Qué te paso Alice? ¿Por qué tienes esa cara?- le pregunto papá
- Ignórala, solo esta ebria- respondí bromeando
- ¡Oye!- se quejo ella pegándome en el brazo, yo solo me reí- Nada, solo tengo sueño- le respondió a papá
- Bueno, te puedes ir a acostar si quieres- ofreció papá
- Si, creo que lo voy a hacer- en eso llego mamá al salón, hace rato no la veía
- Alice, ¿podemos hablar un momento?- pregunto
- Emm... Claro- me levanto y la ayudo a que hago lo mismo, se apoyo en mi y nos acercamos a mamá
- Eddie, quiero hablar con ella a sola- me pidió mi mamá
- Es que no puede caminar bien, se cayó y le duele el tobillo. Pero la dejo en tu despacho y después me voy- le dije
- No- me dijo Alice mirándome y luego miro a mamá- Quiero que se quede. Si me dices algo a mi, a él también ¿no? Además, de todos modos se lo terminaría diciendo igual- rió por lo bajo
- Emm... Ok, vengan- dijo y se dirigió a su despacho mientras nosotros la seguíamos, dejamos entre abierta la puerta y fui a sentar a Alice en unos de los asientos que estaban frente a su escritorio, me puse tras ella y apoye mis manos en sus hombros, mamá tomo una carpeta y se sentó- Ya estas inscrita en la secundaria, así que puedes empezar el lunes... bueno, si te sientes preparada. Si quieres puedes tomarte unos días más- ofreció
- No, quiero ir el lunes- y apoyo su mano sobre la mía, mamá solo asintió
- Aquí tienes tu horario- le tendió una hoja y ella lo tomo- Y esto...- saco otra hoja y la dejo sobre la mesa- Ya están listos todos tus papeles- Alice levanto la vista de su horario sin entender de que hablaba- Los papeles de adopción- explico mamá- Ya esta todo listo, así que ya eres una más de la familia- medio sonrió mamá
- Oh- dijo sin saber que más decir, nos quedamos un momento en silencio
- Ahora ya eres mi hermana oficialmente- le dije tratando de cortar el silencio incomodo mientras la abrazaba, ella solo se rió y me sonrió
- Bueno, eso era- dijo mamá un poco incomoda
- Esta bien- respondió Alice
- Ya pueden ir a descansar chicos- dijo y se levanto, yo hice lo mismo con Alice y salimos de ahí.
Nos despedimos de papá, mamá y Sarah, quien había aparecido recién, y subimos con cuidado la escalera. Entramos en su habitación, encendí la luz y me senté a su lado en la cama.
- ¿Aun tienes sueño?- le pregunte
- Si, un poco
- ¿Te sigue doliendo el pie?
- No, bueno, un poco pero no tanto- se miro el pie y lo movió- Solo necesito descansar un poco- me miro y me sonrió, yo le devolví la sonrisa.
- Quiero ir a bañarme, estoy lleno de arena- le dije sacudiéndome el cabello
- Oye, no ensucies mi habitación- se quejo riendo- Yo también quiero bañarme, pero me da flojera, mañana lo hago- se apoyo en mi hombro y se quedo ahí
Estuvimos en silencio, mirando a la nada. Bueno, por lo menos yo miraba a la nada. No era incomodo ni molesto ni nada eso. Simplemente estábamos ahí sin hacer nada. Me quede pensando en todo este día. Había conocido más a Alice y su lado más sensible. Me había dado tanta pena verla llorar como lo hacia, incluso a mi me dieron ganas de hacerlo. Pero eso no hubiera ayudado mucho y yo hubiera parecido una nena llorando.
En serio me hubiera gustado conocer a Alice antes.
- Alice, me voy a bañar- le dije separándonos un poco.
- Esta bien- me sonrió- Yo me voy a acostar, pero no creo que me duerma enseguida, así que nos vemos más rato- rió
Me levante y cerré la puerta al salir para que ella pudiera cambiarse. Fui a buscar mis cosas y me metí al baño. Casi me quede dormido mientras me bañaba. Salí, me puse mi pijama y salí.
- Alice- le dije mientras entraba en su habitación pero me la encontré dormida sobre su cama, sonreí por ello
Me acerqué a ella, y con cuidado, la metí bajo sus mantas. Ella se quejaba por lo que trate no moverla tanto para no despertarla. La arrope y ella se acomodo. La mire un momento, y luego sonreí. Alice era tierna hasta cuando dormía. Quería a mi hermana. Le besé la frente y me fui de su habitación apagando la luz. Ya era mi turno de descansar.

~ Fin del Capítulo

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Holaa pequeñas saltamontes! (no sé por qué me dio por decir eso)
Como están? Aun me recuerdan? Espero que si. Les gusto el capítulo? Ya saben, pueden comentar y decir su opinión, siempre con respeto. Siento no publicar más seguido, pero es que voy escribiendo de a poco y por eso me demoro. Además, soy una distraída, no puedo escribir una linea sin que vea Twitter o algo por el estilo. 
Quería pedirles algo, si es que no fuera mucha molestia. Quería que vieran mis otros blogs c: Es que este es el que más seguidores tiene y quería que vieran los demás, y me dieran su opinión c: Bueno, eso era.
Ya saben, comenten harto y si es que no les alcanza el tiempo, pongan su opinión en lo de "Les gusto?"
Bye bye (: 

7.9.11

2. Paseo - Alice - 3° Parte


Después de salir de la cafetería, nos fuimos a un parque y pasamos ahí aprox. 4 horas estirados sobre el pasto, sin hablar sin hacer nada. Ese lugar era extremadamente relajante. Estábamos bajo un árbol muy frondoso, casi ni se veía el cielo, había un poco de brisa y algunas aves cantaban. Parecía un pequeño paraíso, no sé cómo no me quede dormida, aunque he de admitir que tenía un poco de sueño.
- Alice- me llamo
- ¿Si?- respondí sin abrir los ojos
- ¿Quieres ir a la playa?
- ¿Playa?- abrí los ojos y lo mire
- Si, ¿quieres?
- ¡Sí!- me senté
- Que emocionada-también se sentó
- Sí, es que te iba a pedir que fuéramos pero me distraje aquí- se rio
- ¿Vamos?
- Bueno
Se levantó y me ayudo a hacer lo mismo. Me tomo de su brazo. Casi como acto instintivo, y me guie por él. No hablamos durante el trayecto pero me gusto estar así. Tampoco lo solté, a él no pareció molestarle.
Mientras más nos acercábamos al mar, más rojo se veía el cielo, pero al llegar a la playa, la imagen fue más increíble. El agua estaba anaranjada junto con el cielo y el sol poco a poco se iba desvaneciendo en el mar. Esa imagen debía ser convertida en una postal.
- Wow- se me escapo de la boca- Que hermoso
- Si... -coincidio- Vamos, bajemos
Bajamos a la playa y nos acercamos lo que más pudimos a la orilla. El agua estaba un poco inquieta.
- ¿Quieres mojarte?- pregunto
- ¿Qué?
- Metete al agua
- No, ¿estas loco? Debe estar muy helada, me voy a terminar enfermando
- No creo, ven vamos- me empezo a empujar pero yo puse resistencia
- ¡Eddie para!- grite
- ¿Si no quiero?- siguio empujando
- ¡Ya basta!
Eddie dejo de empujar pero se corrió haciendo que yo cayera sobre la arena, la ola se acerco a mis pies, me arrastre hacia atrás tratando que no me mojara, la ola retrocedio y pude relajarme. Escuche una gran carcajada tras de mi, voltee y vi a Eddie riendose fuertemente. Me levante y fui hacia él.
- Eres un idiota- le dije empujandolo un poco pero no lo bote, yo seguí caminando
- No es para tanto- no pare- Vamos Alice, no te enojes- pare y voltee encontrandomelo a pocos metros de distancia
- Me enojo si quiero
- Que ruda tú- se acerco más
- ¡No me molestes Eddie!
- Me puse al frente de él y lo empuje, Eddie perdió el equilibrio y cayo. La cara de asombro que tenía era tan graciosa, no pude no reirme mientra él me miraba enojado.
- Oh! Dulce venganza- dije
- Ja ja- rió sarcastico
- Vamos, no es para tanto. Ahora estamos a mano- encarno una ceja pero al final termino riendose
Me senté a su lado mirando hacia el mar, él se volteo para quedar mirando en la misma dirección paro al final se termino estirando sobre la arena
- ¿Por qué me querias tirar al mar? Pensé que ya no te caí mal
- No me caes mal, nunca me caiste mal, yo no quería que vinieras y eso es muy diferente. Además ahora solo estaba jugando, eres muy exagerada
- Bueno, no importa- me voltee- Gracias por salir conmigo aunque sea casi obligadao
Ups, creo que no debí decir eso.
- ¿Qué?- pregunto sorprendido
- Es que te escuche hablar con alguien por telefono y escuche algo de hacer algo y que tú no querías y dijiste mi nombre, supongo que te referias a esto
- ¿Me estabas escuchando hablar?
- Fue sin querer, tenemos las habitaciones juntas, trate de no escuchar pero fue inevitable, lo siento
- Ya, no importa
- ¿Y con quien estabas hablando?
- Con Maggie, mi mejor amiga. ¿Y qué más escuchaste?
- Pues- me estire a su lado volteando solo la cabeza para verlo a los ojos- que no había sido tan terrible conocerme- se rió- ¿No fue tan terrible conocerme?- volteo la cabeza para mirarme
- No. No tanto- se rio y yo hice una mueca- Vamos Alice, ¿aun vas a seguir con eso? Superalo, parece que siempre vas a recordar que no quería que vinieras
- Perdón, es inevitable no pensar en eso. No sé, creo que no puedo evitar pensar que te cai mal
- ¡Qué no me caiste mal! Dios, que cabeza dura la niña. No me caias mal, simplemente no queria que vinieras y creo que ni siquiera es eso, es que todo fue tan rápido, mi mamá de repente me dijo que iba a tener una hermanastra, yo no entendía nada
- ¿Como?- me di vuelta apoyando mi cabeza en la mano- Cuentame
- ¿Para qué?
- Quiero saber
- Esta bien. Veras hace 1 semana yo llegué de la escuela y mi mamá estaba en casa, cosa que no es normal. Y se veía rara, era como si estuviera trite, confundida, nerviosa, era extraño. Le pregunte que le pasaba y me dijo que su hermana había  muerto. Yo no sabía que ella tenía una hermana
- Yo tampoco lo sabía- dije en voz baja casi para mi misma
- Me dijo que tenía que viajar a los funerales y hasta ahí todo normal. Pero después que volviera del viaje, nos reunio a todos en el comedor y nos dijo que te iba a adoptar, papá ya sabía y al parecer no había puesto objeciones así que quedaba solamente yo. Yo algure porque me molesto que a mi no se me contara la opinión, al parecer no tenía ni voz ni voto en mi casa. Ella solamente tomo la decisión de traerte y tú sabes el por qué no quería que vinieras. Ya no servía de nada quejarse, así que me tuve que aguantar
>> Trate de evitar que mi molestia se notara pero no fue posible porque empezaron a arreglar tu habitación, metian ruido y no podía concentarme en nada. Pensé que en el colegio iba a evitar el tema de tu llegada pero tampoco fue así, no sé como se enteraron que tu venias pero ya lo sabiasn, así que hablaban siempre de ti, fuiste el tema de estos días en la escuela- se rió- Así que no pude estar tranquilo en ningun lado, mis amigos estaban preocupados por mi, creo que les daba lastima y eso era lo que menos necesitaba. Los únicos que me comprendían eran Maggie y Chris, en especial ella.
>> Este viernes, estuve planeando todo el día que hacer para, bueno, en realidad no se para que especificamente. Tenía la mente tan dispersa que no sabía ni lo que hacia ni lo que pensaba y si no sabía eso, menos iba a saber que estaba planeando. Pero basicamente había decidido evitarte. Y bueno, eso no duro mucho ya que al parecer alguien estaba obstinada en hablar conmigo- por primera vez desde que empezo a hablar me miro- Me alegro que lo hayas hecho si no me hubiera perdido de conocer a alguien maravilloso- me sonrió y le devolví el gesto. Me acerqué más a él y lo abraze acomodando mi cabeza en su pecho, él paso su brazo por mi cintura y me abrazo.
- Me caes bien. Te quiero Eddie.
- Yo también te quiero Alie, aunque eso suene un poco raro porque apenas nos conocemos, pero ya te tengo cariño
- Yo igual
Me encantaba esto. Era tan... genial. Lindo. Una gran persona, de eso no había duda. Y ahora que lo pensaba, me di cuenta que iba a tener un gran hermano mayor, que me iba a cuidar y a querer. Espero que él sea así... Eso espero.
- Bueno, dejemos ese tema a un lado- dijo- Hablame de ti
- ¿De mi? ¿Qué cosas?
- No sé, de donde eres, tus amigos, familia y cosas así.
- Emm... bueno, intentare. Tengo 14 años y nací en New York, a los 6 meses fui a vivir a Francia con mis papas y abuelos, allí viví por 7 años hasta que volvimos a Estados Unido y nos fuimos a vivir a Seattle hasta ahora
- ¿Sabes hablar francés e ingles?
- Si, me enseñaron los dos idiomas- me reí- Mientras vivi en Seattle conocí a mis mejores amigos. Maddie era mi mejor amiga desde que llegué a allí, siempre deciamos estupideces, las gente nos quedaba viendo feo y los profesores nos retaban. Cuando llego Sarah, nos comportabamos mejores, bueno, ella nos controlaba para que no nos metieramos en problemas. Sarah era a que le podía contar todo y me aconsejaba y Maddie era con la que podía hacer maldades. Las adoro demasiado. Chase es mi mejor amigo, nos conocimos... bueno, por esos misterios de la vida lo conocí. Era como mi hermano mayor, siempre me decía hermanita.
- ¿A qué te refieres con misterios de la vida?- me miro
- Me refiero a... a los misterios de la vida, ¿a qué más?- lo miré y me burle- Y no me distraigas que pierdo el hilo de la historia- se rió-Bueno... también esta Danny- no pude evitar sonreír como idiota por nombrarlo- - Él también era mi mejor amigo desde hace 2 años y... fue mi novio durante casi un año pero terminamos por una tonteria- suspire triste y él me abrazo más fuerte- ¿Qué más te puedo contar?- pregunte después de un rato
- ¿Qué te gusta hacer?- pregunto
- Me gusta jugar futbol
- ¿En serio?- pregunto sorprendido y extrañado
- Si, después de clases no tenía nada que hacer, así que me metí a un grupo de futbol de chicas. Yo ya sabía jugar porque me había metido al equipo de la escuela pero era solo de chicos así que solo estaba en las practicas
- ¿Por qué te metiste al equipo de chicos?
- Otros de los misterios de la vida- me rio
- Tú y tus misterios- rodo los ojos
- Bueno, también me gusta patinar, mi sueño es ser una de las mejores en el patinaje artistico pero para que eso suceda primero tengo que saber patinar sobre hielo
- ¿No sabes?
-No, solo patinar sobre tierra pero algún día aprendere... Y eso, no se me ocurre nada. Ahora cuentame sobre la escuela
- Si no hubiera profesores la escuela sería genial- me quedé callada
- Cierto- respondí después de un rato- Pero no me refería a eso, si no a los compañeros y los profesores. ¿Como son?
- Bueno, la gente en general en agradable, por lo menos la mayoria, siempre hay alguna excepción- suspiro enojado- Son tan odiosos, pero no importa, la mayoria son simpáticos y eso es lo importante.
- ¿Y tus amigos como son?
- Ya conoces a Chris, él es mi mejor amigo desde kinder, Maggie la conocí... 2 años después, ella es muy tranquila y muy inteligente, también esta Tom, es muy parecido a Maggie y por último esta Vicky, me gusta molestarla, es entretenido verla enojada- se rió
- Parecen agradables-mencione
- Lo son, les vas a caer bien- me sonrió- Emm... ¿puedo preguntarte algo?
- Ya lo estas haciendo- reí
- Otra cosa
- Adelante
- ¿Como era tu familia? Tus papas- dijo en voz suave, sabía que era un tema delicado- Tus abuelos- trato de arreglarlo
- Eran increibles- respondí- Mis abuelos eran increibles, geniales. Como ya te dije, vivi con ellos largo tiempo, les tome mucho cariño
- ¿Eran tus abuelos maternos o paternos?
-Maternos, también son tus abuelos. Es raro que nunca nos vieramos, ¿nunca fuiste a visitarlo?
- Si, pero solo 2 veces, ellos eran siempre los que venían a verme- nos quedamos callados un largo rato
- Mis papas...- dije en voz baja- Ellos eran... Yo...- me costaba hablar de ellos, la herida de su partida aun seguía abierta en mi corazón, hablar de ellos era como revivir el momento en que me dieron la noticia

Esa mañana me había despertado el toquido de la puerta, nadie abría, así que había ido a la habitación de mis papas pero no había nadie, la cama aun seguía hecha. Me asusté, ¿donde estaban? Fui a abrir la puerta, era la policia, mi corazón se acelero.
- ¿Eres Alice Steward?- me preguntaron
- Ssi- tartumudee
- Siento darte la noticia, pero tus padres fallecieron en un accidente.
Entre en shock, pensé que era una broma, una broma de muy mal gusto, pero eran policias, ¿por qué me harian una broma así? Cuando desperté del shock, los ojos se me llenaron de lágrimas y no pude mantenerme en pie, mis rodillas flaquearony caí, pero uno de los policias me logro tomar antes de que chocara contra el piso. Empecé a llorar sobre él, debí verme estúpida llorando arriba de un desconocido, pero no me importaba, ya nada importaba...

No me di cuenta que había empezado a llorar hasta que Eddie puso su mano en la mejilla para sercarme las lágrimas. Yo me aferré a él ocultando mi rostro en su pecho, no quería que me viera llorar. Él me abrazo fuertemente y me acaricio el cabello.
- Lo siento Alice- dijo apenado- No debí preguntarte, perdón, no era mi intención hacerte llorar
- Los extraño mucho-dije- Los necesito conmigo, ¿por qué se fueron?- le hablaba a la nada
- Tranquila, no llores más, no me gusta que estes así-se sento e hizo lo mismo conmigo y me abrazo más fuertemente
- ¿Qué se supone que voy a hacer ahora?- lloré más fuerte- Estoy sola, ya no tengo a nadie
- No, no es verdad. No estas sola, yo estoy aquí, yo estoy contigo- me separo un poco de él y me sonrió- - - Yo voy a estar siempre para ti, yo te voy a cuidar y nada va a pasar, ¿bueno?- me volvió a abrazar y yo solo pude asentir- Ahora deja de llorar, no me gusta verte así- y me seco las lágrimas
Seguí en los brazos de mi hermano, tratando de relajarme. Eddie me hacía sentir bien, me protegía, incluso de mi misma. Eddie me quería, él me lo dijo pero también me lo demostro y eso era lo mejor. Me encanta este chico, tengo suerte de tenerlo como hermano.
- Alice, creo que ya es hora de irnos
- ¿En serio? No quiero, estoy bien aquí- dije aun un poco entrecortada por las lágrimas
- Yo igual, pero me esta dando frio y se hace tarde
- Sii...
- Pero tampoco quiero irme, Sarah me va a retar
- ¿Por qué?- dije sintiendome un poco mejor
- Porque me dijo que tenía que ordenar mi cuarto pero yo salí arrancando- me reí- Bueno, ¿vamos?
- Si- se levanta y me ayuda a levantarme, empezamos a caminar pero yo tropiezo con una roca doblandome el tobillo y cayendo
- ¡Alice!- grito y fue a verme
- Mi tobillo- dije tocandome el tobillo izquierdo
- ¿Te duele mucho?- me dijo levantandome con cuidado del piso, me apoye el pie
- No tanto
- ¿Puedes caminar?
- Si, creo que si
- Ven, apoyate en mi
Pase mi brazo por sus hombros y él paso su brazo por debajo de mi brazo. Seguimos caminando, subí la escalera lentamente, un escalon a la vez, nos demoramos mucho pero lo hicimos.
- Si tuviera dinero, podriamos pedir un taxi- dijo enojado
- No importa, puedo llegar a casa. Muerta, pero llegare- dije dandonos animos
Continuamos caminando, cruzando calles, tratando de apurarnos. Pero después de  un rato el pie me empezo a doler más. Trate de ignorar el dolor para que Eddie no se preocupara pero no pude, el dolor era insoportable. No lo dije, pero en el rostro se me notaba.
- ¿Te duele?- pregunto preocupado
- No es nada- respondí pero el dolor me encrispaba la cara
- Por Dios Alice, se te nota demasiado- penso por un momento- Ven, te llevo en mi espalda
- ¿Qué?
- Te llevo en mi espalda, no puedes seguir forzando tu pie
- Pero...
- Nada de peros, sube
Se agacho un poco y yo me subí. Me asujete a su cuello y empezo a caminar. Ninguno dijo nada. Yo me sentía cansada y me dolia mucho el pie. Tenía sueño, el aire de mar me daba sueño, pero no podía dormir aun. Pero el cansancio me estaba ganando. Con las últimas fuerzas que me quedaban, le besé la mejilla a Eddie y le susurre un “Gracias” para luego empezar a dormir.

19.2.11

2. Paseo - Alice - 2° Parte

Alguien me llamaba, sabía quién era ese alguien pero no sabía por qué gritaba si solo estaba en la habitación de al lado. El pasó por afuera y al verme entro.
- Alice
- ¿Qué pasa?- dije poniendo la almohada en mi cama
- ¿Quieres ir a dar una vuelta? Para que conozcas la ciudad
- Emm… Está bien
- O. Deja ir a buscar mis cosas y vamos
Eddie salió de la habitación y yo termine de acomodar mi cama. Busqué una chaqueta en mi armario ya qué se veía que afuera hacía frio, tomé mi celular, un poco de dinero que encontré suelto y lo guarde.
- Vamos- me dijo cuando estuvo frente a mi puerta, bajamos y antes de salir, Eddie grito- Vamos a salir, no nos esperen para comer-y salimos
Hacia viento, pero no era desagradable. Caminamos en silencio por no sé qué calle ni hacia dónde. Simplemente me limite a seguir a Eddie. Había tenido un tema rondando en mi cabeza toda la mañana. Quizás haya estado soñando o en verdad paso, pero mientras dormía, sentí que alguien me besaba mi cabeza. No le daría tantas vuelta al asunto de no ser que se sintió como cuando mis papás se despedían de mí en las noches, un beso lleno de amor. Quizás simplemente haya sido un sueño, pero no recuerdo haber soñado nada, pero si fue real, ¿quién había sido? No lo sé. No quería seguir pensando en eso, me llenaba de ideas extrañas mi cabeza.
- Hey! Alice- me llamo Eddie pasando su mano frente a mis ojos
- ¿Qué pasa?- pregunto aun algo desorientada
- Eso te lo pregunto yo, estas ida, pensé que eras sonámbula o algo así
- No, solo me distraje- sonreí tímida
- Si no me escuchas no puedo enseñarte el lugar
- Lo siento
- No importa, pero ahora si pon atención- me paso el brazo por mis hombros y seguimos caminando
Eddie me mostró parte de la ciudad, los lugares que frecuenta y cafeterías que le gusta ir. Él siempre andaba con una sonrisa en el rostro, siempre riendo, siempre haciendo bromas. Lo envidiaba, yo antes era como él, pero desde el accidente, había cambiado bastante pero sé que tarde o temprano, se me va a olvidar lo que paso y todo va a ser como antes o eso supongo.
Íbamos caminando por una calle que parecía no terminar nunca. Pronto llegamos a un gran edificio, de color rojizo. Había un cartel que decía: New Dorp High School. Me dio un escalofrió al leerlo.
- Como puedes ver, está es la escuela, no está dentro de mis lugares favoritos pero creo que es a donde más vengo-me rió
La puerta principal se abrió, me sorprendí no pensé que hubiera gente ahora.
- ¿Está abierta la escuela los sábados?
- Solo para los equipos, vienen a entrenar. Y si la vista no me engaña, quien acaba de salir es Chris
- ¿Quién?- dije confundida
El chico se acercó mirando extrañado a Eddie pero le sonrió, Era alto, muy alto y delgado, de piel clara, ojos color esmeralda y cabello castaño claro.
- ¿Qué haces aquí?- pregunto el chico a Eddie
- ¿Acaso no puedo estar aquí?
- No, es solo que me extraña que tú estés despierto a esta ahora y en la escuela un sábado
- Si, hasta yo mismo me sorprendo. Estaba mostrándolo la ciudad  a Alice-me miro
- Hola- sonrió- Soy Chris
- Alice- sonreí
- ¿Por qué estas afuera?- pregunto Eddie
- Nick aun no llega y me mandaron a ver si venía, aunque no creo que lo haga, ayer andaba mal
- ¿Y Kathy?
- Esta adentro, con Sallie
- Bueno, suerte, yo tengo hambre, así que vamos a comer
- ¿Y ni siquiera le vas a preguntar a ella si quiere comer?
- ¿Quieres Alice?-me preguntó- ¿Tienes hambre?
- Si, un po…-me interrumpe
- Es suficiente para mí- lo mire feo y Chris se ríe- Así que vamos
- Está bien. Nos vemos el lunes
- Adiós- dijimos a la vez
Fuimos por donde mismo habíamos venido. Yo quería terminar de recorrer la calle, ya que si mi sentido de orientación no me engaña, para allá está la playa. Ya convencería a Eddie de ir. Fuimos a una de las cafeterías que me había mostrado antes y entramos.
- ¿Qué quieres comer?
- Emm…-mire el menú- Un sándwich de queso con jamos
- ¿Y para tomar?
- Un jugo de durazno
- Está bien
Reviso en sus bolsillos, buscando no sé qué cosa, saco un par de billetes, los conto y frunció el ceño. Siguió buscando en sus bolsillos pero simplemente frunció el ceño más fuertemente.
- ¿Qué pasa?
- Creo que no tome el dinero suficiente, no sé si me alcance- hizo una mueca
- Yo traje algo- lo saque- A ver, tengo…- lo conté- 7 dólares, ¿tú?
- 13 dólares. Creo que solo alcanza para 1. ¿Te importa compartir?- pregunto apenado
- No, no importa- le sonrió tratando de hacerlo sentir bien, aunque creo que no funciono
Nos sentamos en una de las mesas y una mesera se nos acercó para tomar nuestras órdenes. Después de eso, no hablo más, lo cual es raro. Creo que en el poco tiempo que lo conozco- que realmente es poco, creo que aún no se hace un día desde que lo vi- siempre lo he visto hablar. La mesera llego con nuestra comida.
- Lo siento- me dijo después que la mesera se retirara
- ¿Por qué?- pregunte confundida
- Por… esto- apunto a nuestra comida, yo solo me reí
- No importa, no tengo problemas en compartirlo contigo
- ¿En serio que no te importa?
- Que no, hombre. Eres un poco sordo, lento o qué. Ya te dije que no hay problemas, así que come tranquilo o voy a terminar comiéndolo todo yo- sonrió y tome su parte del pan- ¿Y quién era ese chico?-pregunte dando un mordisco
- ¿Chris?- asentí con la cabeza- Es una migo, bueno, mi mejor amigo de hecho
- ¿Y qué hacía en la escuela?
- Está en el equipo de baloncesto, entrenan todos los sábados
- ¿Y quién era Kathy?
- Su hermana menos
- ¿Y Sallie?
- ¿Por qué tantas preguntas?- pregunto sorprendido
- Es que ustedes hablaban pero yo no les entendí nada
- Sallie es la hija del entrenador, es mayor que nosotros, ella cuida a Kathy cuando Chris viene a entrenar, a veces se queda en casa cuando su papá no trabaja, pero eso varia, por eso pregunte por ella- tomo aire- Me canse- se rió y yo lo imite- Pero, ¿entendiste?
-
Seguimos hablando de temas más triviales, era genial poder hablar con alguien tantas estupideces juntas. Con mis amigos no lo podía hacer sin que me miraran extrañados. Eddie era buen amigo. Cuando terminamos pagamos y aun nos sobro un par de dólares. Salimos y me deje guiar por Eddie.

26.1.11

2. Paseo - Eddie - 1° Parte


Que día más extraño había sido ayer.
Después de que casi ni quería cerca de Alice, ahora me caía bien- No sé, había algo  que no me permitía llevarme mal con ella. Cuando  la vi por primera vez en la cocina, vi en sus ojos una tristeza inmensa, y cuando fue a hablar conmigo, me sentí mal por tratarla así, ella quería llevarse bien conmigo.
Me daba un poco de pena. Quedarse sin padres, eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo. Ella no se merecía eso, era una buena chica, muy dulce. Hubiera sido mejor habernos conocidos de otro manera, de seguro igual nos hubiéramos llevándonos bien igual.
Ya me estaba aburriendo estar en la cama, hoy extrañamente me despertado temprano, bueno, no tan temprano, pero más de lo usual, eran recién las 9:15am. Tendría que levantarme. Empecé a desperezarme y me senté. Después de ir al baño, me vestí rápidamente y baje a desayunar. En la cocina ya estaban Sarah y Alice.
- Hola mundo- salude
- Buenos días, cielo- saludo Sarah
- Hola- me dijo Alice cuando me senté a su lado
- ¿Cómo dormiste?- le pregunto
- Bien, gracias-me sonrió
Sarah me sirvió el desayuno y comimos en silencio, pero no en uno incómodo. Alice y yo termínanos casi al mismo tiempo, era como si estuviéramos sincronizado.
- Permiso- dijo levantándose- Voy a ordenar mi habitación- y se fue
- ¿Por qué no vas a hacer lo mismo?- dijo Sarah
- ¿Para qué le voy a copiar? Hay que ser más originales, así que yo me voy a ver tele- anuncie mientras me levantaba de mi asiento
- Eddie-me reprocho
- ¿En serio?- pregunte y ella levanto las cejas, mala señal- Ok, ya voy-me resigne
Sarah era como una segunda mamá, tenía que hacerle caso porque si no le decía a mi mamá y eso generalmente no terminaba bien. Subí a mi habitación y al entrar mi celular empezó a sonar. Me siento en la cama y lo tomo, “Casa de Maggie”.
- ¿Aló?- dije
- Hola Eddie- me saludo
- Hola Maggie. Tanto tiempo, ¿cómo estás?
- Nos vimos ayer- suspiro- Yo debería preguntarte eso, ¿cómo estás?
- ¿Por qué lo dices?
- No sé, quizás sea porque alguien llego ayer a tu casa, y si mal no recuerdo, tú estabas furioso
- ¿En serio? No me recuerdo- le respondí bromeando
- Por Dios Eddie, ¿ahora eres amnésico o qué?- río fuertemente al oír su enojo- Claro, tú te ríes y yo que estaba preocupada por ti
- ¿Por qué ibas a estar preocupada?
- ¡Te lo acabo de decir!
- ¿En serio?
- No se puede hablar seriamente contigo- dijo seria y colgó
Definitivamente no era lo que esperaba. A Maggie generalmente soportaba mis bromas, pero ahora no. Posiblemente sea porque había estado toda la semana de mal humor y ahora de la nada estoy normal. Si, seguramente es eso. Busque el número del celular de Maggie y marqué. Después del segundo toquido contesto
- ¿Qué?
- Perdón- le dije
- ¿Perdón? ¿Por qué? No me recuerdo-dijo enojada y haciendo lo mismo que yo había hecho
- Ya, lo siento Maggie. Perdón, no pensé que te ibas a molestar tanto
- Eddie, de verdad ayer me dejaste preocupada, estaba hablando en serio, pero al parecer el Eddie normal volvió y no se resistió a molestarme. Creo que extraño al Eddie de la última semana- eso ya era en broma, se notaba en su voz
- Ya perdón, y estoy bien, no te preocupes
- ¿En serio?
- Sí, no fue tan creía como creía
- ¿Qué paso?- pregunto curiosa
- Pues nada
- ¿Cómo que nada?
- Nada
- Así que de repente decidiste que no te ibas a llevar mal con ella y todos felices, ¿no? Qué cambiantes eres, Eddie
- No fue tan así
- Entonces explícate, que no te entiendo
- Si, al principio no la quería ver, pero eso no duro mucho. Ella fue a hablar conmigo y bueno, ahora me cae bien-me reí
- ¿Quién te entiendo?- suspiro
- Tú deberías, eres mi amiga, ¿no?
- Sí, pero trato de entenderte pero no puedo- se ríe- ¿Y qué van a hacer hoy?
- ¿Ah?- no entendí
- Tú y ella, ¿qué van a hacer?
- No lo sé, ¿por qué tendríamos que hacer algo? Por cierto, se llama Alice
- No sé, para que seas buen hermano. Llévala a dar una vuelta, para que conozca la ciudad
- No lo sé
- Vamos, hazlo Eddie, ¿no querías ser buen hermano? Pues, esa es una buena forma, haz sentir a Alice como en casa
- Emm.. supongo que puedo hacerlo
- Eddie, no seas flojo
- Está bien, lo voy a hacer- dije decidido
- ¡Así se habla!-me animo
- Bueno, le voy a decir
- Está bien. Nos vemos el lunes
- Adiós- colgué
Me levante rápidamente y salí de mi habitación en busca de ella.
- ¡Alice!- grite y esperé respuesta.

22.1.11

1. La Llegada - Alice - 7° Parte

Me planté frente la única habitación en la que se escuchaba ruido, o mejor dicho música. Respire hondo y golpee. Tras un momento, me contestaron.
- ¿Quién es?- pregunto
- Soy Alice- respondí nerviosa
- ¿Qué quieres?- pregunto algo molesto
- Quiero hablar contigo- no contesto- Por favor.
Sentí pasos en la habitación y de repente la puerta se abrió. Estaba con rostro inexpresivo, pero aun se notaba en sus ojos la molestia. Camino hasta su cama y se estiro en ella. Cerré la puerta y me acerqué. Algo dudosa me senté en la cama y lo mire.
- ¿Qué quieres?- pregunto
- Quería hablar contigo sobre todo esto. Yo no quiero que nos llevemos mal, ya que esto de por si no es fácil para mí, tener que irme a un lugar que no conozco. Así que quiero hacerlo más difícil teniendo mala relación con ustedes. Me gustaría que me dijeras que son las cosas que te desagradan y tratare cambiarla para no caerte mal.
- No me caes mal- me corrigió- No me puedes caer mal si no te conozco
- Pero me miras como si quisieras matar
- No me caes mal, pero no quería que vinieras
- ¿Por qué?
- Por nada
- No creo que sea por nada. Dime, ya te dije que trataría de cambiar.
- No puedes cambiarlo
- Déjame intentar- pedí- Dime por favor
- Está bien- suspiro- Es que cuando mi mamá estaba embarazada, iba a tener mellizos, Pero en el parto hubo problemas, que no quise saber cuáles eran, y solo nací yo. Cuando tenía 4 años, yo le dije a mi mamá que quería un hermanito, se lo dije varias veces hasta que un día me dije “Yo iba a tener otro hijo pero por tu culpa se murió”. Yo quede con esa idea en la cabeza. Me da miedo que eso me vuelva a pasar.
- Bueno, dos cosas. Primero, seguramente lo que paso fue un accidente, tú no tienes la culpa de nada, ¿ok? Y segunda, no tienes que preocuparte por mí, no va a pasarme nada.
- Supongo que sí, que sabes cuidarte pero aun así no es agradable vivir con esa sensación, preferiría seguir siendo hijo único.
- Siento arruinar tu vida
- No, no es tan malo, después de todo, yo siempre había querido tener una hermana- quiso sonreír pero le salió una mueca
- Yo igual quería tener un hermano, y ahora lo tengo, aunque definitivamente hubiera preferido tenerlo de otra forma- hice una mueca- Pero no importa. De seguro eres un buen hermano, así que deja tus temores a un lado, ¿bueno?- me miro un momento y me sonrió
- Está bien- se sentó- Siento haberme puesto pesado contigo.
- No te preocupes
Solo en ese momento presté atención a la canción que sonaba- Hysteria.
- ¿Te gusta Muse?
- Sí, tengo casi todos sus discos.
- ¿En serio?
- Sí, me falta el último, mis papás me lo iban a compra pero vieron un examen, y bueno, ahora tengo que esperar hasta Navidad- me reí
- ¿Te falta Resistance solamente?
- Sip
- Yo lo tengo- se sorprendió
- ¿En serio?
- Sí, me cumplían un deseo cuando tenía 5 notas buenas, así que siempre tenía lo que quería.
- A mí no me va lo que sea estudio- hizo una mueca—Bueno, esto…-se puso algo nervio
- ¿Qué pasas?
- Emm… ¿me lo puedes prestar?
- Claro- le sonreí- Ven, acompáñame a buscarlo
- Ok
Nos levantamos y fuimos a mi nueva habitación. Él se quedó en el marco de la puerta mientras yo me dirigía a la repisa donde estaban mis discos. Eddie estaba algo nervioso, se le notaba.
- Ven Eddie
Él se acercó y se quedó a mi lado viendo lo que tenía en la repisa. Busque el disco y encontré fácilmente ya que los tenía ordenado. Lo saqué y se lo pase.
- Gracias
- De nada
- Tienes varios discos buenos- me dijo- De hecho, creo que tiene más que yo- me miro feo y un poco celoso
- Si quieres, yo te los puedo prestar cuando quieras
- ¿Sí?- asentí- Wow, gracias
- Cuando quieras, pero me los devuelves intacto, ¿ok?
- No prometo nada
- ¡Oye!- me quejé  y él se rió y no pude evitar reírme- Pero en serio cuídalos
- No te preocupes, si de mi habitación no van a salir, así que no creo que se pueda romper, creo- dijo dudando y se rió, yo lo mire seria- Ya, ya, si no le voy a hacer nada
- Tendré que creerte. Le sonreí- ¿Y tú me vas a prestar los tuyos?
- Nop
- ¡Oye!- volví a quejarme
- Qué enojona me saliste- me dijo riendo y me abrazo.
No esperaba ese gesto de parte de él. En especial después de que casi ni me quisiera cerca. Pero me agrado que lo hiciera. Me hacía sentir que quizás estar en este lugar no iba a ser tan malo. Rodeo su cintura y apoye mi cabeza en su hombro. No pude evitar sonreír.
- Vamos, quiero escuchar el disco- me dijo mostrándome le disco que le acababa de pasar.
- Está bien
Deshizo el abrazo y caminamos a su habitación.
Estuvimos toda la tarde conversando de cosas sin sentidos con el disco de fondo. Me hizo reír mucho, hacía cada tontera. En ningún momento saco el tema de mis padres, y lo agradecí bastante. La verdad es que Eddie, como había dicho Sarah, era un amor. Era muy cariñoso. Me abrazaba y se acurrucaba al lado mío. Era muy tierno.
Cerca de las 8pm, Sarah nos llama a cenar. Eddie casi me saca el brazo excusándose de que tenía hambre. Cuando llegamos al comedor, Sarah nos miró y sonrió. Supongo estaba feliz porque Eddie y yo nos llevábamos bien. Nos sentamos a comer y estuvimos hablando, fue un momento agradable.  Me sentía como en casa… Y creo que ni siquiera ahí me sentía así. Sacudí mi cabeza, no quería seguir pensando en eso.
- ¿Pasa algo, Alice?- pregunto Eddie
- No, nada- dije mientras movía mi cabeza.
La puerta principal se abrió, pensé que era Stella, pero me equivoqué. Apareció un hombre alto y robusto, pero de sonrisa amable, ojos color café claro al igual que su cabello. Nuevamente me puse nerviosa.
- Hola – saludo a todos
- Hola pa’- saludo Eddie con una sonrisa
- Buenas noches, enseguida le sirvo- dijo levantándose de su asiento
- Gracias Sarah- dijo y luego me miro regalándome una sonrisa- Hola, ¿Alice, verdad?- asentí- Soy Jasón, mucho gusto- dijo sentándose en la cabecera de la mesa, yo solo sonreí- ¿Te gusto tu habitación?
- Si, gracias- dije tímidamente
- Qué bueno- sonrió- Espero que el lugar sea  de tu agrado. Si necesitas algo, me dices, ¿bueno?
- Cl-claro, gracias- respondí sorprendida
Wow, esto es sencillamente increíble. Y yo que pensaba que mi vida iba a ser como la de la Cenicienta, pero me equivoque. Era asombroso, me trataban bien, por lo menos por ahora. Me sentía aliviada. Quizás era solo yo la que andaba imaginando cosas.
Seguí comiendo, conversando de cosas triviales. Cuando termine, Stella aun no llegaba. No sabía en que trabajaba ni porque llegaba tan tarde. Ya lo sabría.
- Yo, voy a ir a dormir- dije
- Adelante- dijo Jasón- Seguramente el viaje fue muy largo y agotador. Ve a descansar.
- Si- coincidí- Hasta mañana
- Hasta mañana- dijeron Sarah y Jasón
- Hasta mañana, Alice- me dijo Eddie con una sonrisa que se la devolví
Salí del comedor y subía las escaleras hasta mi habitación. Me puse mi pijama, apague l a luz y me acosté. Mire por la ventana, las estrellas ya habían salido. Suspire. Aunque ellos me habían hecho sentir como en casa, aun no estaba del todo cómoda, ¿y quién estaría? Acababa de llegar a una familia que no conocía de nada. ¿Quién estaría cómodo? Quizás solo sea caso de tiempo, poco o poca me iré acostumbrando. Mirando las estrellas me dormí.

~ Fin del Capítulo

15.1.11

1. La Llegada - Alice - 6° Parte

Tras un rato de desempacar mis cosas de las cajas, me empecé a cansar, pero tenía que acabar luego. Deje todas mis cosas en donde siempre habían estado en mi antigua casa. Todas las cosas de mi habitación estaban aquí, y eran las únicas que me quedaban de recuerdo, ya que las demás se habían vendido. Salvo las cosas personales de mi madre, que yo las había guardado. El dinero que se había recaudado, más sus seguros de vidas, que estaba a mi nombre, se fueron a una cuenta bancaria. Algún día me serviría.
Guarde la ropa que había llevado cuando me quede en la casa de Sarah esta última semana junto con la otra, y deje la maleta al fondo del armario. Tomé mi mochila, en donde llevaba las cosas más personales y frágiles, y las cosas de mamá. Estas últimas las tome y las deje en la parte superior del armario. No había siquiera visto nada de lo que había adentro y no lo iba a hacer ahora. Deje lo demás en varias partes y me senté en la cama cansada y con mi estómago rugiendo. Descansé un momento y después bajé.
Baje lentamente las escaleras apoyándome en el pasamanos, estaba silenciosa abajo. Camine atravesando el comedor llegando a la cocina, en donde vi a la que debía ser Sarah. Una mujer de entre 40 o 50 años, de mi estatura más o menos y de cabello corto y castaño, algo regordeta. Se volteó dándose cuenta de mi presencia.
- ¡Oh! Hola cariño, tú debes ser Alice. Mucho gusto, me llamo Sarah
- Hola- salude tímidamente
- Ven, no seas tímida, siéntate
Le hice caso y me senté en una de las bancas al lado del mesón.
- ¿Quieres algo? Seguramente tienes hambre después del largo viaje.
- Eh, si, gracias
- ¿Quieres un sándwich?
-
- ¿Con qué?
- Emm… ¿tiene atún?
- Claro, enseguida te lo hago
Saco el pan de la lacena y lo demás del refrigerador. Yo me quede callada mientras lo hacía. Quería preguntarle cosas de acá, pero me daba miedo. Me dejo el sándwich en un plato, saco un vaso y lo lleno del jugo.
- Listo- sonrió
- Gracias- lo tomé y le di un mordisco
- De nada, cariño
- Emm…-empecé diciendo- Esto…
- ¿Qué pasa?
- Es que…-me puse nerviosa- Quería preguntar algo
- Claro, pregunta tranquila
- ¿Quién vive aquí?
- Pues Jasón, el esposo de la señora y su hijo
Oh por Dios. Voy a tener un hermanastro.
- ¿Un hijo?- dije algo nerviosa
- Si, Eddie, tiene tu edad, es un amor, pero andaba enojado estos días
- ¿Por qué yo venía?
- La verdad es que sí, no le agradaba la idea de tener un hermanastra, pero no te preocupes que de seguro le caes bien después de todo
Entonces siento como se abre la puerta. Nuevamente se me acelero el corazón. No era lindo tener que vivir con alguien a quien le caes mal sin siquiera conocerte. Ojala después que me conociera no le cayera mal. Sentí los pasos acercarse a la cocina hasta que lo vi en el umbral de la puerta. Sus ojos apenas me vieron me fulminaron.
Maldición.
Era un chico de mi estatura, cabello castaño y desordenado, piel clara y ojos color miel.
- Mira Eddie, ella es Alice
Ni dijo nada y yo tampoco. Miro a Sarah y después a mí.
- Me voy a mi habitación- y se volteó yéndose
Volví la vista a mi comida. Tome el sándwich y seguí comiendo aunque sin hambre. Simplemente lo hacía para que Sarah no se enojara, ya era suficiente con uno solo.
- Tranquila Alice- me dijo de repente- Seguramente él solo esta incomodo cono todo esto. ¿Por qué no vas a hablar con él? Quizás si hablas con él se le quita.
- Está bien
Me levante, haciéndome la valiente y subí la escalera.

9.1.11

1. La Llegada - Alice - 5° Parte

La ciudad era pequeña comparada con Seattle, pero era bonita y me gustaba que estuviese frente al mar, ya que lo que más me gustaba de mi antiguo hogar era el mar. Stella conducía por las calles de la cuidad, que seguramente conocía de memoria, y se adentró a las zonas residenciales. Cada vez mi corazón latía más rápido, mientras más nos acercábamos a mi nuevo hogar. Una parte de me decía que lo aceptara, que ya no había vuelta atrás, ero la otra se negaba rotundamente a aceptarlo.
De repente frenamos y ya no sentí el motor. Mi corazón se aceleró más al saber lo que eso significaba. Ella abrió su puerta y salió. Hice lo mismo tomando mi mochila. Lo primero que vi fue la casa que se encontraba adelante. De color beige con tejas rojas, de dos pisos, con un jardín delantero muy bien cuidado. Era una bella casa, tenía que reconocerlo.
Stella abrió el maletero y saco mi maleta, la tome y lo cerro. Se dirigió a la puerta por el camino de piedra y la seguí. Abrió la puerta y se hizo a un lado para que pudiera pasar, entré y me quede maravillada con el interior. A mi izquierda, la sala de estar, frente mío el comedor y a un lado pude distinguir la cocina. A mi derecha la escalera y una puerta cerrada y una puerta doble también cerrada. Todo estaba pintado en tonos damascos y blancos, y adornado de manera muy elegante.
- Ven- me dijo
La mire y estaba subiendo la escalera. Tomé rápidamente mis casos y la seguí. El piso de arriba estaba pintado igual. Tenía 3 puertas a cada lado y una ventana al fondo. Camino hasta la 1° puerta de la derecha y la abrió. Ahí estaban todas mis cosas, bueno al menos los muebles ya que lo demás estaba en las cajas que yo había embalad y ahora estaba apiladas a un lado. Entré y deje la maleta en el suelo y la mochila sobre la cama. Tenía las paredes pintadas de un morado claro, el techo blando y el suelo alfombrado. Había una ventana con persianas moradas con un visillo blanco. No se cómo lo habrá sabido, pero el pintarla de morado, mi color favorito, había sido un lindo toque.
- Bueno…Emm… yo ahora tengo que volver al trabajo, pero no te vas a quedar sola, esta Sarah, que es nuestra empleada. Ordena tus cosas, por favor… Emm… ya me voy, nos vemos después.
- Adiós- le respondí en voz baja.
Escuche como se abrió la puerta y después sentí el ruido del motor del auto al irse.

3.1.11

1. La Llegada - Alice - 4° Parte

Estaba sentada en el salón de mi casa. Estaban los amigos más cercanos de mis papás y mi tía. Ya era de noche y todos hablaban de lo que iba a pasar conmigo. Nadie quería hacerse cargo de mí y los comprendía, no tenían ninguna responsabilidad hacia conmigo. Mis abuelos, que no habían podido venir porque mi nana estaba enferma, eran los únicos que quedaban para que se hicieran cargo de mí.
- Yo lo voy a hacer- dijo-, yo me voy a hacer cargo de ella.
Todos la miraron extrañados, incluyéndome. Nunca pensé escuchar eso, ¡casi ni nos conocíamos! ¿Por qué lo hacía?

Freno fuertemente haciendo que casi me pegara en la cabeza pero por suerte tuve buenos reflejos.
- ¡Mierda!- dijo en voz baja- ¿Estás bien?- me pregunto.
- Si, si- respondí algo nerviosa.
Siguió conduciendo, en silencio, como lo había estado haciendo desde el principio. Bostece, ¿Cuándo había dormido? Mire por la ventanilla y ya estábamos en el puente Verrazano-Narrows. Había dormido mucho. Vi la hora y era las 13:20hrs. Tenía hambre pero no quería decírselo, así que me tendré que aguantar.
El viaje que restaba paso rápidamente o por lo menos lo sentí así. Estaba nerviosa. ¿Ella estaba casada? ¿Cómo será mi tía, si es que tenía? ¿Y tendrá hijos? ¿Tendré primos? Dios, quería retroceder el tiempo.
“Bienvenidos a Grant City”, decía un pequeño cartel. Ya habíamos llegado.